La profesora de Ciencias de la Educación y Filosofía, Susana Barco, quien durante el 2013 participó como expositora en la Cátedra Abierta de Deporte, Memoria y Derechos Humanos “Gregorio Marcelo `Guyo´ Sember” en la UNDAV, dio el cierre de su testimonio en el marco del juicio por crímenes de lesa humanidad ocurridos en Córdoba, ante el Tribunal Oral Federal Nº 1.
Durante su testimonio, Barco, contó cómo fue secuestrada en 1977 y mantenida en cautiverio hasta el 27 de octubre de 1980, cuando la liberaron en Devoto. Susana pasó por comisarías, un campo de concentración y la cárcel UP1, donde habían torturado y asesinado –arguyendo falsas fugas– a 31 presos políticos en 1976.
Barco vivía en Villa María, al sur de la capital cordobesa, con su esposo y sus hijos, Fernando y María Laura, cuando golpearon a su puerta: “Eran las seis y media de la mañana. Dijeron que eran del Tercer Cuerpo de Ejército. ‘Momento, que me pongo una bata’, contesté y mi marido me acompañó y abrimos. Eran cuatro. Uno de ellos dijo ser el capitán Wenceslao Clara. Me dijeron que me iban a llevar para hacerme unas preguntas. Hasta trajeron a dos vecinos para que firmaran un acta que, muchos años después, supe que decía que me llevaban para interrogar. Pedí que me dejaran despedirme de mis hijos. María Laura era chiquita y estaba asustada. Ambas recordamos que le dije que se portara bien y que hiciera sus tareas. Y mi hijo me preguntó por qué me llevaban, y le dije que para hacerme unas preguntas. ‘¿Y volvés rápido?’ Le dije que sí. Pero volví 3 años y 23 días después...”.
Durante su testimonio la profesora de Ciencias de la Educación y Filosofía agregó: “Mire, no siento odio. Para odiar hay que gastar tiempo, energía y la vida. Y nuestra vida no merece ser gastada en eso. Yo lo único que siento es desprecio, porque ofendieron la condición humana. La degradaron”.
Y agregó: “Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin la memoria no existiríamos, sin responsabilidad quizá no mereceríamos existir. Es por eso que como tantos, asumí la memoria como responsabilidad, de cara al futuro, para que Nunca Más se reiteren estos crímenes aberrantes. Memoria, verdad y justicia condensan nuestra esperanza en un camino hacia una sociedad justa”.
En ese sentido, la Prof. Barco afirmó: “Sabemos que los jueces hablan por sus fallos. No creo que sea por deformación profesional que creo que enseñan con sus fallos., colocan señas que orientan a quienes las reciben porque tienen alto contenido ético. Tenemos la esperanza, que como en el mito quedó guardada 38 años esperando que el fallo de Ustedes sea justo, que de cara al futuro y la historia, enseñe que no hay impunidad para los crímenes de lesa humanidad”.
“No será solo justicia para nuestros casos individuales, sino que será reparador para la sociedad toda que fue lesionada, desgarrada por las aberraciones cometidas. Y será ese día, un claro día de justicia en camino a una sociedad justa”, finalizó Barco.
Cabe destacar que Susana Barco es integrante de la Comisión fundadora de la cátedra Libre de Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), también forma parte de los Comités Académicos de las Maestrías en Derechos Humanos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de dicha Universidad y participó como expositora en la Cátedra Abierta de Deporte, Memoria y Derechos Humanos “Gregorio Marcelo `Guyo´ Sember” el 20 de marzo del 2013.